Cuando Barack era Barry
Un libro destapa los amores de juventud de Obama.El presidente de EEUU compartió su etapa en Nueva York con dos mujeres
07.05.12 - 00:12 -
Obama llegó a Nueva York en 1981 para estudiar en la Universidad de Columbia. :: AP
Hubo un tiempo en el que Barack Obama fue Barry. Un tiempo en el que vivió en Nueva York. Un tiempo que le sirvió para experimentar con el amor, a la vez que trataba de descubrir quién era y quién iba a ser. David Maraniss, reportero de 'The Washington Post', publicará en breve una nueva biografía del político, 'Barack Obama: La historia', y para ir abriendo boca ha ofrecido un suculento adelanto a la revista 'Vanity Fair'. En él relata los cuatro años que el ahora presidente de EEUU residió en la Gran Manzana. Y lo cuenta a través de las mujeres que compartieron su estancia.
Obama llegó a Nueva York en 1981, con apenas 20 años, para estudiar en la Universidad de Columbia. Pero no fue hasta el verano del 82 cuando el joven Barry, como le llamaban sus conocidos, experimentó el amor. Su primera conquista fue Alex McNear, una vieja amiga de Los Ángeles, donde cursó los primeros años de carrera. Ella le llamó al llegar a la ciudad y una cena dio inicio a una relación que duró lo que el calor en la ciudad. «Recuerdo lo feliz que era simplemente hablando con él, podíamos hablar durante horas», rememora McNear. Largos paseos, visitas a los museos y veladas en sus apartamentos fueron testigo de profundas conversaciones introspectivas.
Las hojas de los árboles ya caían sobre Central Park cuando la relación entre Barry y Alex, ya de vuelta en California, se perpetuó mediante apasionadas cartas. Una pasión que nada tenía ya que ver con el amor, sino con las ideas y la literatura. No fue a más.
Los amoríos de Barack, aunque intensos, fueron pocos y cortos. Maraniss da un salto desde ese otoño del 82 hasta diciembre de 1983, cuando el político acudió a una fiesta en la casa de un amigo. Estaba en la cocina cuando Genevieve Cook entró con una botella de crema de whisky buscando un vaso. La charla entre la joven australiana, tres años mayor que él, y Barack fue corta. Pero al final de la fiesta, cuando ella estaba a punto de abandonarla, él la pidió que le esperara. Se sentaron, conversaron y ahí comenzó su romance, «el más profundo de su joven vida», dice el periodista.
De ella habló el propio Obama en sus memorias, 'Los sueños de mi padre', publicadas en 1995. «Había una mujer en Nueva York a la que quise», escribió sin mencionar su nombre. Los diarios de Genevieve muestran que la relación se acabó a finales de mayo de 1985. Aquel mismo año el ahora presidente volvió a Chicago. Y hasta ahí el adelanto de Maraniss. De cuando Barack era solo Barry
Saludos
Rodrigo González Fernández
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