Un apoyo fundamental para la vida política y para la prosperidad de un país lo constituye la existencia de una bien formada sociedad civil, integrada por distintos sectores particulares de la comunidad. La característica de ser particulares no significa en modo alguno que no tengan importancia pública, política, porque esos organismos no solamente se dedican a funcionar de acuerdo con los grupos que lo integran, sino que también tienen que preocuparse por los asuntos colectivos, entre ellos los de la localidad a la que pertenecen y los de la nación en general.
Una sociedad civil bien organizada, con sentido de responsabilidad cívica más allá de los intereses particulares de cada grupo, de cada profesión u oficio, de cada actividad comercial o industrial, para no citar más, es un recurso valioso para cualquier emergencia nacional. Asimismo, si no hay emergencia nacional, siempre es muy útil para el desarrollo permanente de cada país. No se trata de un desarrollo con límites. No tiene límites, porque el progreso germina bajo la sombra de esa sociedad civil.
Los gobiernos y los partidos políticos normalmente tienen que seguir de cerca las actividades de la sociedad civil porque saben que en cualquier momento ella puede manifestarse en forma de apoyo o de acusación, según corresponda, de acuerdo con la conducta del gobierno o de los partidos aludidos. Esto no significa por sí mismo que la sociedad civil tenga una beligerancia política permanente, porque los integrantes de esa sociedad pueden pertenecer perfectamente a los partidos y además estar identificados, cuando esté justificado, con el gobierno. Pero prevalece siempre, o debe prevalecer, el concepto de lo que representa el poder civil de esa sociedad. Ese poder, en el momento en que se movilice frente a una emergencia nacional, frente a una crisis política, tiene mucho valor.
Las cámaras de comercio, los organismos profesionales, las entidades que aglutinan sectores del país según sus actividades, deben funcionar eficientemente de acuerdo con sus propósitos básicos, así como deben estar en condiciones de defender los intereses nacionales cuando las circunstancias lo requieran. En ciertas situaciones la sociedad civil tiene tanto o más poder que la sociedad política.
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