En los últimos 18 meses el Servicio Electoral (Servel) vendió 62 veces lasbases de datos de las inscripciones electorales vigentes, según carta entregada por el servicio a El Mercurio.
¿Qué contienen esas bases de datos? Información sobre más de 8 millones de chilenos, que además de la inscripción electoral, incluye nombre completo, nacionalidad, profesión, fecha de nacimiento, domicilio, RUT e indicación de discapacidad de los inscritos.
¿Quiénes han sido los compradores? La empresa Equifax, que administra Dicom, Banco Ripley, Inmobiliaria Hippocampus, Atisba, empresa que realiza estudios y proyectos urbanos para empresas públicas y privadas, la Pontificia Universidad Católica, municipalidades, partidos políticos y candidatos, entre otros. Sólo Equifax ha comprado la base de datos completa, y los demás, bases acotadas a comunas específicas.
¿Puede el Servel vender esta base de datos? Sí. El Servel afirma que está obligado a entregar los datos del padrón por el artículo 8 de laConstitución, que consagra que "son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen". Es más, hasta el precio está fijado a partir de la Ley 18.768.
Sin embargo, se cuestiona el hecho de que se entreguen datos como el RUT, el domicilio y la condición de discapacidad, que según el Servel son imposibles de separar del padrón electoral.
¿Es el RUT de los inscritos o su domicilio una "información pública"?A todas luces parece que no. Si uno va a inscribirse para votar, es para eso, para ejercer su derecho a voto, no para que el Banco Ripley o una inmobiliaria me llame para ofrecerme un crédito o venderme un "tiempo compartido". Si ya a los jóvenes les cuesta tomar la decisión de inscribirse, menos lo harán si saben que al hacerlo se exponen a que otros manejen sus datos personales.
Esta información personal se supone está protegida por la Ley 19.628 de Protección de Datos Personales y el Servel no debería vender sus bases de datos con fines de lucro.
Mientras que con la recién estrenada Ley de Acceso a la Información Públicaalgunos dan la pelea por conocer información que debiera ser pública, por otro lado, se vende información que de pública no tiene nada. De hecho, hace dos semanas una resolución del Consejo para la Transparenciaestableció que el RUT debe ser secreto.
¿Cómo se va a dilucidar el tema? Hay que tomar cartas en el asunto.¿Por qué tenemos que aceptar que nuestros datos personales anden circulando si corresponden a información privada?